Un año
antes comenzaban, en
todo Chile, las jornadas
de protesta nacional,
las cuales desestabilizaban
con marchas, huelgas y
barricadas el régimen
dictatorial. También un
año antes, pero ahora
en Concepción, Sebastián
Acevedo, en protesta
por la detención
de sus dos hijos,
se rociaba un bidón
de bencina y se
prendía fuego en
plena plaza de armas
de Concepción. Solo
un poco después de
los acontecimientos descritos
anteriormente, en el
año 1984, un vendedor
ambulante, un trabajador
pesquero, un obrero
jubilado, un cargador
y un trabajador
gráfico, deciden conformar
uno de los talleres
literarios mas importantes
y longevos de la
8va región: el taller
literario de trabajadores
Mano de
Obra. Así se
producía un hecho
particular, la poesía,
por lo general ligada
a espacios universitarios,
institucionales, académicos
y elitistas, era ahora
cultivada por trabajadores,
los cuales se habían
decidido y organizado
alrededor de la
practica poética.
Para entender
el surgimiento del
Mano de Obra, primero
debemos entender que
sus integrantes fundadores
eran activos participantes
del movimiento sindical y
poblacional en los
duros años de la
dictadura. Desde 1978
se agrupaban en el
Taller de Análisis Social
y Sindical (TASYS), en
donde generaban distintas
iniciativas organizativas
ligadas a la
resistencia contra la
dictadura. El TASYS
fue creciendo y en
1983, con la ayuda
de algunos fondos internacionales
cristianos, logran arrendar
una casa ubicada en
la calle Heras N°855
en la ciudad de
Concepción. La actividad,
en esa casa, era
variada: se realizaban
talleres de peluquería,
comedores populares,
reuniones sindicales,
eventos culturales
y otras actividades
de índole social. Es
en ese inmueble donde
precisamente se realizaran
las primeras reuniones
del taller literario
de trabajadores Mano
de Obra,
el cual nace luego
de una reflexión
histórica de los
integrantes del TASYS.
Ellos tomaron conciencia,
recordando las organizaciones
culturales obreras de
principios de siglo
XX en Chile, de
que el movimiento
sindical siempre tuvo
un ala cultural,
una vertiente ligada al
arte.
Increíblemente,
estos trabajadores, sin
saber prácticamente nada
de poesía, y muchos
sin haber escrito un
solo poema en su
vida, se embarcan en
esta aventura. Las jornadas
del taller se realizaban
todas las semanas y
poco a poco se
fueron integrando nuevas voces.
El taller fue generando
sus propios boletines
literarios, en donde
se plasmaban los pensamientos
y poemas de los
trabajadores y trabajadoras
del Mano de
Obra. Cada tres
meses surgía un boletín
con aproximadamente 300
copias, el cual
se distribuía como un
pequeño tesoro entre
los habitantes de Concepción
y sus alrededores.
El taller fue adquiriendo
fuerza y sus integrantes
eran invitados a diversas
actividades políticas
y culturales a leer
sus poemas y compartir
sus escritos. Diversas poblaciones
de la región, fueron
también escenario
de las presentaciones
del taller, el cual
tuvo siempre una visión
artística ligada a
lo social. La poesía
que buscaban plasmar era
de lenguaje claro, directo
y sin mayores alardes
lingüísticos, eran versos
al alcance de cualquier
mortal. Su poesía
es un grito, un
“¡yo estoy aquí!”,
una catarsis que el
sujeto intentaba transmitir
a sus congéneres
en un periodo en
donde la autoridad
buscaba silenciar
y atemorizar a cualquiera
que transmitiera sus
emociones y su
ímpetu por cambiar el
modelo.
Puede dar
la impresión de que
estas personas simplemente
tomaron la poesía
como un instrumento
político en un
contexto de represión,
y nada mas. Sin
embargo, esta tesis
pareciera no tener
fundamento, porque la
dictadura se terminó,
pero el Mano
de Obra siguió
funcionando. Es más,
el taller sigue funcionando
hasta la fecha, juntándose
sus integrantes todos
los sábados del año
para discutir sobre temas
sociales y literarios.
De esta manera se
configura como uno
de los talleres de
mas larga trayectoria
de la ciudad, demostrando
la increíble potencia que
adquiere la mezcla
entre la palabra poética
y la acción social,
entre la sangre del
arte y la sincera
consecuencia.
Escrito
por Raúl Millán.
Algunos
poemas del taller literario Mano de Obra
Sinfonía en
“M”
de Juan
Espinoza (Trabajador
pesquero y miembro
fundador)
La mierda se
sube a la palestra
La mierda sabe
inglés, francés...
y otros idiomas
Siempre se dice
mierda al explotado
No siempre se
dice mierda no me
explotes
Se aprieta entre
los dientes
La mierda se
acumula desde la
mente al pecho
La mierda es
traicionera
Todo el mundo
dice mierda
Todos dicen mierda
Mierda que rabia
dice la mierda
La mierda dice:
Viva Chile mierda
Aún tenemos mierda
ciudadanos
La mierda silba
cerca de las señoritas
vírgenes
Se caga de
la risa
La mierda también
sueña
La mierda tiene
delirio de persecusión
La mierda no
duerme tranquila
Perdió su identidad
Perdió
su confort...
La mierda se
rebela
Que
se caguen mierda
La mierda tiene
su estado en el
sitio
Y algunos mueren
con la mierda al
cuello
La mierda es
burocrática
Con úlceras la
mierda
La mierda tiene
úlceras
La mierda no
se anda con chicas
Ella es una
imagen lealmente desleal
Donde manda mierda...
no manda
La mierda es
dura
Semi dura
Fusa
Informe diario
De Patricio
Turra (Trabajador
gráfico y miembro
fundador)
Ya los diarios
no sirven para nada
todos dan ganador
al mismo equipo
o entonan el
estribillo
de alguna nueva
canción
participante de cualquier
festival
llámese este de
las viñas
de las sandías,
de las tunas
y de toda
fruta exportable
todo es gol,
música y alegría
¡Ya los diarios
no sirven para nada!
aunque para ser
justos debemos reconocer
que, a veces
sirven para envolver
alguna fruta no
exportable
o para cubrir
el cuerpo
de alguien que
no entendía de fútbol
tampoco de música
y nunca conoció
la alegría
por no tener
con que
comprar el diario.
Algún día
empezaré a producir
mi mejor
poema
Juvenal Vera
(Vendedor ambulante
y miembro
fundador)
Algún día empezaré
a producir
buenos poemas
cuando ésta inmejorable
situación
alimenticia sea resuelta
cuando la gente
no acuda al cielo
buscando respuestas
científicas
cuando a los
científicos se les
pierda
la bomba atómica.
Cuando los mercaderes
succionen
con sus panzas
la descomposición
de los mares
en esos días
cercanos empezaré
mi mejor poema.